El mate, esa costumbre que, en forma de infusión, nuestros nativos de América Latina nos dejaron como herencia, es mucho más que una simple tradición… es un verdadero ritual con un profundo significado para mi.
El mate es mucho más que una infusión… es más bien todo lo que encierra ese momento de encuentro.
Es el abrazo de tu madre después de un largo día de trabajo o estudio, son las anécdotas de tu padre después de la siesta, es la enseñanza de ambos en el camino de la vida.
El mate es la comprensión del hermano que te escucha paciente y te comprende. Es el encuentro de los domingos con la familia que te acoge y te recibe siempre con los brazos abiertos demostrándote su amor en cada gesto.
El mate son las charlas eternas del amigo, son sus palabras y sus silencios desde los que nos brindan su corazón en cualquier situación que transitemos.
El mate son los momentos compartidos con la gente linda y es el deseo del reencuentro con los seres queridos de siempre, esos que sabes que están, aunque nos los veas.
El mate es tu pareja que te enamora en cada mirada… Son los viajes, los caminos y los sueños.
El mate es el compañero en largas noches de estudio en las que se hace imprescindible para poder seguir adelante y no caer en la tentación de cerrar los libros, soltar los lápices, apagar la luz y dejar que la claridad de la mañana nos despierte.
Cuando siento ganas de tomar mate, su sabor, si bien puede resultar amargo, es el más Dulce de los recuerdos. Es un puente que me acerca a cada uno de “los míos”, aunque estén a miles de kilómetros de distancia. Por eso, aunque tome mate sin la presencia de otras personas, no me siento sola, mi familia y mis amigos están conmigo en cada sebada.
El mate me acompaña esté donde esté…. Hoy puedo decir gracias por este legado.
Debajo de las fotografias, les dejo alguna informacion sobre la Yarba Mate, el mate, algunas caracterisitcas y datos interesantes.
Pero ¿qué es el mate? Les cuento un poco de historia y algunos datos característicos.
La infusión “mate” se prepara a partir de una planta propia de Sudamérica, que crece en las regiones de Paraguay, norte de Argentina, sur de Brasil y en parte de Uruguay. Es conocida como Yerba Mate – Iles Paraguariensis – y se obtiene de las hojas, una vez secas y molidas de la mencionada planta. Los guaraníes, nativos de esa región, tomaban mate y a ellos debemos esta costumbre.
Al acto de servir el agua en el recipiente donde se prepara, al que también llamamos mate, se lo llama sebar. Es común escuchar cuando alguien llega a visitar a un amigo o familiar decirle “Sebate unos mates”.
Aunque el recipiente característico donde se seba el mate es de calabaza, es posible encontrarlo en diversidad de materiales tales como vidrio, madera, caña, metal e incluso plástico, el cual no recomiendo ya que es un material que no conserva bien el calor con lo cual el gusto de la infusión se pierde. En particular prefiero el mate de calabaza, que puede encontrarse también revestido en cuero de vaca.
Para beber la infusión es necesaria una bombilla, especie de sorbete especial que permite el paso del agua e impide el paso de las hojas o el polvillo que la yerba pudiera contener.
La preparación tradicional consiste en introducir la bombilla en la yerba procurando que la misma quede inclinada en la parte superior del mate. Al incorporar el agua, esta debe verterse lentamente sobre la parte de la bombilla en contacto con la yerba.
El mate se toma generalmente caliente, con el agua a una temperatura de 70°C aproximadamente, sin embargo, también puede tomarse frio, sobre todo en las zonas tropicales o durante el verano. Quienes lo beben frio suelen sebarlo con jugos de frutas o simplemente con agua helada, de esta manera se convierte en una bebida muy refrescante. Es importante conservar la temperatura del agua, para lo cual se utilizan termos comunes.
Cuando el mate disminuye su sabor después de muchas sebadas o porque el agua está demasiado caliente, se dice que el mate esta “lavado”. Entonces es mejor vaciarlo, cambiar la yerba, calentar el agua y comenzar nuevamente el proceso de preparación.
Hay quienes agregan a la preparación tradicional otros ingredientes como azúcar, cascaras de naranja y hasta café. En mi caso, y asi entiendo que es el verdadero mate, lo prefiero amargo, simplemente yerba mate en un mate de calabaza y agua caliente.
Hay muchas técnicas a la hora de la preparación, lo importante es que la temperatura del agua sea la adecuada y que la yerba no contenga demasiado polvillo, razón por la cual muchos sacuden un poco el mate una vez que se llenó con la yerba y antes de introducir la bombilla, colocando una mano sobre la boca del mate y dándolo vuelta de modo que el excedente del polvillo quede en la palma de la mano y no interfiera luego en el sabor.
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