La Magnifica Villa Adriana, Tivoli. Italia

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La Villa Adriana, villa de Adriano, en Tivoli, vecino a Roma, es admirable desde la conformación de sus muros hasta el diseño de sus jardines pasando por la planificación de sus edificios e infraestructura y la riqueza de su arquitectura y urbanismo. En el año 1999 es reconocida e incorporada por la UNESCO, como monumento de valor patrimonial de la Humanidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para llegar a la Villa desde Roma se transitan 28 kilómetros, primero por la A24, luego la E80 hasta Colle Merulino, donde nos desviamos hacia la izquierda por Vía Maremmana Inferiore (Sp51a) hasta Via Antonio Marziale donde debemos girar a la derecha hasta Via Rosolina y luego nuevamente a la derecha por Via de Villa Adriana que nos conduce directamente al parking de la entrada. Desde allí dirigirnos a pie a la entrada: Área Archeologica di Villa Adriana Largo Marguerite Yourcenar 1

 

Esta Villa debe su nombre al emperador Adriano, quien, en principio, en el siglo II, la habría creado como lugar de descanso y el cual posteriormente utilizo como residencia, trasladándose allí parte de sus hombres de gobierno y servidores. Si bien fue utilizada más tarde por otros gobernantes, a medida que caía el Imperio Romano, también decaía la villa y su deterioro fue en crecida. Algunos de sus elementos arquitectónicos y decorativos fueron utilizados luego para decorar otra villa en las cercanías, la villa de Este.

 

 

 

Adriano fue un emperador gustoso del arte de los diversos ciudades y culturas pertenecientes al imperio romano, de los cuales extrajo diversas ideas y formas arquitectónicas que traslado a su villa, alguna de las cuales es posible distinguir aun hoy como lo son por ejemplo las cariátides griegas en la zona de la fuente del Canopo, que, si bien su nombre responde a una ciudad egipcia, muestra en su conformación elementos de varias regiones imperiales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Villa fue provista de edificios, parques y jardines propios de una gran ciudad. Es así como nos encontramos no solo con palacios residenciales y administrativos sino también con termas, teatros, templos, biblioteca, estanques, fuentes, áreas recreativas, teatro marítimo.

El llamado teatro Marítimo es una de las interesantes estructuras del complejo y pudo haber sido una de las primeras en construirse e incluso se especula con que pudo haber sido la primera residencia de Adriano. Se trata de un área circular rodeada por un pórtico cubierto por una bóveda, en el centro una especie de isleta a la que se accedía por medio de puentes levadizos que atravesaban el agua que la rodeaba. Vecinos al teatro Marítimo, la biblioteca, patio y Palacio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como mencionaba anteriormente, la Villa Adriana contaba con dos edificios Termales las llamadas Grandes Termas y las Pequeñas termas, edificios muy próximos uno del otro. Las grandes Termas eran utilizadas por los nobles.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las Pequeñas Termas eran para uso del personal de servicio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Entre ambos edificios termales se dispone el Vestíbulo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al este del Palacio del Teatro Marítimo se encuentra la llamada Plaza de Oro, que consta de una fuente central de forma rectangular y en uno de sus lados un edificio de planta octogonal cubierto por una cúpula. El edificio consta además con una galería subterránea de conexión con el palacio.

Entre otros edificios con los que cuenta la Villa encontramos El Pretorio, la Peschiera, el Palacio de Invierno. Debido a la riqueza de su arquitectura y decoración, probablemente este edificio haya sido residencia de preferencia del emperador, Detrás de la zona de residencia se encuentra la llamada Pesquiera, una piscina de forma rectangular de grandes dimensiones con pórtico de columnas rodeándola.

Pretorio

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Peschiera

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otros edificios en Villa Adriana:

Los Cuarteles de Vigilancia – Caserma dei Vigili

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Edificio para huéspedes – Hospidalia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Templo de Venere

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En algunas áreas pueden apreciarse los y guardas que conformaban los solados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El edificio conocido como las cien cámaras, es una interesante estructura que salva el desnivel del terreno concebida como una subestructura al igual que otras a lo largo de toda la Villa. Son niveles superpuestos con una altura máxima de cuatro niveles. Construccion de sencilla arquitectura donde se alojaría el personal de servicio de la villa y posiblemente utilizado en parte como espacio de almacenamiento

La Villa ocupaba en su esplendor casi un kilómetro cuadrado, una pequeña gran ciudad. Los edificios fueron dispuestos teniendo en consideración la morfología del terreno. Además de los edificios mencionados encontraremos entre otros: la Biblioteca, sala de los Filósofos, Torre de Roccabruna, Vestibulo, Teatro Greco, Terraza del Templo.

Túneles

Transitando la Villa Adriana podemos apreciar cómo se desarrollaba la vida en épocas del emperador Adriano y otros emperadores que la utilizaron a partir del siglo II, disfrutar de lo que fueron los jardines como así también admirar la arquitectura y la compleja infraestructura que servía a la misma que cuenta con una serie de túneles que se utilizarían para el traslado de materiales y leña y el paso de la servidumbre y animales de manera que estos no usaran las vías principales de la villa cruzándose con la nobleza. Sin embargo, en 2013 se descubrió un túnel que podría haber sido un túnel secreto para el uso del Emperador va en dirección Noreste-este para luego cambiar su dirección al sur y es de mayores dimensione que los túneles de servicio

La Villa de Adriano es una buena opción de paseo, vecina a Roma y de fácil acceso. Un paseo que puede demandar una mañana o una tarde al que podría sumársele una visita a la Villa de Este que se encuentra a solo 6 kilómetros o 3,5 kilómetros si quiere realizarse el recorrido a pie en una travesía de unos 45 minutos.

Luego de apreciar cada edificio y cada elemento compositivo, caminar cada calle, cada pasaje en los jardines, disfrutar de su aire… como de toda obra de valor patrimonial, nos llevamos de la Villa de Adriano un aprendizaje. Aprendizaje que probablemente nos llevara a tomar de la obra imágenes y elementos que reutilizaremos de alguna manera en nuestra vida diaria y en nuestro propio hogar, aprendizaje que quedara con nosotros para siempre.