Bet She’an – Parque Arqueologio – Israel
El Parque Nacional Bet She’an, a 115 kilómetros al Noreste de Tel Aviv, 130 km de Jerusalén y 80 kilómetros al este de Haifa, es uno de los muchos parques arqueológicos que encontramos en Israel y alberga una antigua ciudad romana bizantina en un muy cuidado estado de conservación.
En 1920 se llevaron a cabo las primeras excavaciones arqueológicas que dejarían al descubierto uno de los tantos tesoros que la historia nos ha legado en las tierras de Israel.
El Rio Harod, en las cercanías, ha hecho del área un lugar propicio para los asentamientos debido tanto a la fertilidad que le otorgaba al terreno como a la posibilidad de dar al sitio una fuente de agua suficiente para establecerse, fundar ciudades y construir caminos de transito lo cual se veía favorecido por el punto geográfico en el que se ubica.
La historia cuenta diversos episodios que la zona y la ciudad han atravesado, y que la han hecho prosperar tanto como empobrecer. Entre los siglos 16 y 12 a.C., existió aquí una ciudad que fue sede del gobierno egipcio. Más tarde la ciudad fue tomada por el rey David convirtiéndose en centro administrativo. En el siglo VI antes de Cristo la ciudad fue destruida para más tarde, en el siglo IV a.C, durante el Periodo Helenístico, fundarse allí una ciudad llamada Nysa Scythopolis, (o Escitopolis-ciudad de los escitas, pueblo nómade de la antiguedad) fue entonces cuando comenzaron a construirse bellos edificios, como así también fuentes y un mercado.
En el Siglo II a.C. la ciudad cae en manos de los Amoneos para ser conquistada por los Romanos en el año 63 a.C. tomando gran importancia y figurando entre las principales ciudades del Norte de Israel. Fue durante este periodo cuando la ciudad creció considerablemente, construyéndose esplendidos edificios administrativos, teatros, termas y residencias.
Durante el Periodo Bizantino, la ciudad, Scythopolis, aumenta su población cristiana. Se construye entonces una muralla circundando la ciudad y un gran número de iglesias y monasterios. La población de la ciudad para ese entonces alcanzaría más de 30.000 habitantes. Luego de la conquista árabe la ciudad comienza a decaer tanto en cuanto a sus edificios como en cantidad de habitantes, cuyo número disminuye considerablemente. En el 749 d.C. Scythopolis fue afectada y casi destruida por un terremoto, luego del cual el nombre del lugar cambia a Beisan que albergaría un asentamiento rural. En el periodo Medieval la ciudad comienza en parte a crecer, sobre todo en la parte sur. También los Caballeros Cruzados se asentaron en la ciudad por algún periodo construyéndose entonces un fuerte en las cercanías del antiguo teatro. La zona sigue siendo más tarde un asentamiento rural incluso en época otomana.
Con el establecimiento el Estado de Israel, La excavaciones y puesta en valor de Bet She’an hace que el área alcance un gran desarrollo y florezca nuevamente.
Al iniciar el paseo por el Parque Nacional Bet She’an, nos encontramos en la entrada con una maqueta nos permite dar una idea de la magnitud que tuvo esta magnífica ciudad romano bizantina.
Edificios y Monumentos a visitar en Bet She’an:
Con la entrada nos entregan un folleto que además de información sobre cada monumento, sugiere un recorrido a seguir de modo de no perdernos ninguno de los sitios interesantes que ofrece el lugar. De todos modos, claro está, cada visitante optara, según sus propios intereses y preferencias o según la curiosidad que pueda despertar uno u otro edificio, en cómo realizar la visita.
El edificio Termal y el Teatro se encuentran uno a cada lado de la entrada por lo cual podrá iniciarse la visita por cualquiera de ellos. Dejaría las termas para el final, sobre todo si es verano, ya que es un buen lugar para refugiarse de los rayos del sol al terminar el paseo.
– Teatro: Su construcción data del Siglo I con una capacidad para albergar 7000 espectadores. En muchas de sus gradas puedes comprobarse las distintas renovaciones que han sido realizadas como así también las gradas inferiores, las cuales se han mantenido intactas. Frente a las gradas un escenario que ocupa 20 metros. Aun se mantienen allí columnas de mármol y granito con magníficos capiteles.
– Edificio Termal: Este edificio de época Bizantina alberga los baños termales. El buen estado de conservación permite apreciar todo el sistema de calefacción en los distintos niveles de la construcción. También es posible aquí observar mosaicos y pinturas con las que se ornamentaba el lugar.
– Calle Paladiana: el Cardo de la ciudad, eje terrestre, norte-sur, es una calle de 150 metros construida en periodo romano. La calle atraviesa la ciudad desde el teatro hasta el templo romano. En periodo bizantino la calle se renueva, generándose un pórtico que alberga valiosos mosaicos en los que puede leerse una remembranza de su construcción.
– La calle “Silvanus”: el Decumanos de la ciudad romana, eje celeste, este-oeste, construida en periodo romano. Poseía en la parte anterior y paralelo a la calle, un estanque de 487 metros de largo y 70 centímetros de profundidad. Durante el periodo bizantino una nueva calle se edifica sobre esta y sobre el estanque una sala que más adelante cayó en desuso y se establecieron allí algunas tiendas. También afectada por el terremoto.
– La calle del Valle, llamada así por los arqueólogos, es una de las tres principales calles de la ciudad, también flaqueada con hileras de columnas con capiteles corintios de 7 metros de altura. Su longitud hasta la puerta noreste era de 560 metros de largo. A lo largo de la calle se ubicaban diferentes tipos de tiendas.
– Calle Norte: calle de construcción romana al Noroeste de la entrada de la ciudad, bordeada de columnas. Conduce a lo que fue el fuerte, Tel Beit She´an, acrópolis de la ciudad.
– Ágora: también de época bizantina, el ágora ocupa, como generalmente, el centro de la ciudad y fue centro de encuentro tanto social como comercial, aquí también los mosaicos dejan su sello.
– Sigma: una construcción circular rodeada de 12 habitaciones que se abren hacia el centro. Es de origen bizantino y pueden observarse también aquí esplendidos mosaicos en cada una de ellas. Destaca uno muy bien conservado que representa a “Tyche” guardiana de la ciudad con una corona y sosteniendo un cuerno de la abundancia.
– Templo romano: es un templo semicircular del SII que fue afectado tanto por la destrucción en periodo bizantino como por el terremoto de 749. Cuatro enormes pilares de 9 metros de altura con capiteles corintios, formaban parte del vestíbulo de entrada que juntamente con el frontón a 14 metros de altura daban al edificio un importante carácter.
– Tel Bet She’an, Fortaleza de la colina. Ubicada en lo alto de la ciudad, ocupa un lugar estratégico desde donde pueden observarse tanto la ciudad como los alrededores. Se han descubierto aquí diversos estratos, 5 templos construidos uno sobre otro en distintos periodos de la historia, edificios públicos y administrativos, edificios residenciales y restos de edificios con inscripciones que datan del periodo egipcio. Durante el periodo helenístico fue reconstruido. En el periodo romano se erige aquí un templo a Zeus. En el periodo bizantino se edifica aquí una iglesia. En época medieval se construye la muralla. Aquí habría sido erigido el fuerte en época de los cruzados.
– Nymphaeum, ninfeo: edificio dedicado a las ninfas, su fuente ricamente decorada data del siglo II y era de uso público. Tiene una altura de 13 metros. Fue también afectado por el terremoto.
– Edificio termal Este: se ubica aquí otro edificio termal construido en periodo romano y renovado en periodo bizantino.
– Letrinas Publicas: próximas a las termas Este, se conforma con un patio con mosaicos rodeado de columnas. Constaba con 57 inodoros bajo los cuales corría un canal con las aguas residuales hacia el sistema de drenaje de la ciudad.
– Complejo para rituales: un complejo del siglo I compuesto por un templo con un ninfeo y varios altares.
– El puente: en las afueras, al noreste de la ciudad, esta importante construcción romana, hacia de puerta a la ciudad. Destruido en el terremoto de 749 y reconstruido en parte con sus mismas piedras tenía 37 metros de largo y 18 de ancho.
– Anfiteatro: a unos 700 metros al sur de la entrada al Parque, y a 200 metros en línea recta desde el teatro, se encuentra un anfiteatro romano del siglo II. Construido como un hipódromo para carros y caballos fue convertido en el siglo IV en anfiteatro. Podía albergar 6000 espectadores. En la edad media algunas de sus piedras fueron utilizadas para construir el fuerte de los cruzados.
– Mosaicos: Los mosaicos con los que nos encontraremos en este sitio arqueológico son admirables y bien conservados, destaca el mosaico dedicado a Tyche, considerado guardián de la ciudad y que se ubica, como antes se menciono, en un edificio probablemente bizantino cuya función aun no se encuentra bien definida. Así como también el gran mosaicos en el patio de un edificio que pertenecería a una Iglesia en la zona Norte próxima al cementerio, representando con sus figuras, un calendario, que si bien podría ser de diseño hebreo, incluye figuras con características greco romanas.
La superficie que abarca el Parque es extensa, por lo cual es recomendable realizar la visita con tranquilidad y con calzado y vestimenta cómodos. Si se realiza en verano el consejo es comenzar la visita muy temprano por la mañana porque gran parte del recorrido se realiza bajo el sol y en esta región las temperaturas suelen ser muy elevadas. Beber mucha agua.
Bet She’an, patrimonio que la historia nos regala y que a través de sus muros, suelos, pavimentos, mosaicos nos enriquece y nos enseña. Luego de la visita nos sentiremos mas que satisfechos de haber pisado este suelo.