Cabo Polonio, Uruguay, un rincón recóndito y encantador frente al mar, distinto a todo.

publicado en: Lugares y Recorridos, Uruguay | 0

De viaje por las costas uruguayas, es casi imposible dejar de visitar este escondido sitio que se abre al océano con playas espectaculares en un poblado muy particular.

Cabo Polonio se ubica en el departamento de Rocha a 250 kilómetros al noreste de Montevideo y a 50 kilómetros de La Paloma, por la Ruta 10. Claro que, para llegar hasta el cabo propiamente dicho, será necesario contratar un medio de transporte adecuado para transitar por las dunas y por los agrestes caminos de arena y además autorizado para circular en el área. Pero, por supuesto, no es imposible ya que la gente del lugar está totalmente preparada para recibir al turismo y a los aventureros que se atrevan a incursionar en este hermoso paraje natural ubicado en medio del Parque Nacional Cabo Polonio. Existe también la posibilidad de arribar a pie, luego de una caminata de casi 8 kilómetros y también a caballo desde alguna de las playas más cercanas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La construcción más alta y también la más sólida es el Faro. Con una altura de 25 metros domina el lugar. Es posible ascender a lo más alto del faro desde donde se pueden obtener magníficas vistas de este peculiar pueblo, como asi también de la costa y si hay suerte avistar algún grupo de lobos marinos en las orillas o en las islas frente al cabo. Desde finales del siglo XIX el faro emite sus destellos de luz blanca, dando a los navegantes aviso de su presencia. Desde 1976 es Monumento Histórico Nacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Este poblado surge debido a que allí fue establecida una firma dedicada a la caza y explotación de lobos marinos y a la pesca, siendo además la encargada del control del faro y cuyos empleados se habrían ido estableciendo en la zona. A mediados del siglo XX la explotación y caza de lobos marinos fue prohibida convirtiéndose en un área marina protegida.
Hoy Cabo Polonio es una aldea conformada por las viviendas del personal que atiende el faro, pescadores y artesanos. Debido a que es un sitio particularmente visitado, en la temporada de verano se abren algunos restaurantes. Existe también una posada, un hostal y algunas casas para alquilar principalmente durante la temporada estiva.

En general las viviendas no cuentan con electricidad. La posada y algunas escasas viviendas cuentan con grupo electrógeno que les brinda energía durante algunas horas. Tampoco cuenta con tendido de alumbrado público, lo cual hace mucho más particular al lugar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Caminar por Cabo Polonio es dibujar e imaginar sus calles, nuestros pasos se van dirigiendo de vivienda en vivienda por senderos que parecen no tener límites. Caminar por Cabo Polonio es distinto a todo. Es disfrutar una playa sobre la que se pintan unas casitas de ladrillo y madera, blancas de techados azules o rojos, o es descubrir un poblado enclavado en medio de la playa, quien es sin lugar a duda la protagonista en este estupendo paisaje de mar y arena. El faro sin duda es nuestro punto de referencia, un hito distintivo, un guardián visible desde cualquier punto en el que nos ubiquemos a lo largo de sus playas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Buscar la paz, el sosiego, la tranquilidad y el reposo, es algo que suele suceder muy a menudo. Creo que Cabo Polonio puede ser el lugar ideal para aquietar nuestra mente, alejarnos de las rutinas diarias y típicas de las bulliciosas ciudades y disfrutar a pleno la naturaleza, el paisaje, las playas de arena blanca y los cielos azules en los días de verano y estrellados en las noches claras, sin dejar de mencionar por supuesto la amabilidad de su gente. Tanto en Cabo Polonio como en otras ciudades y pueblos uruguayos que he recorrido, he recibido siempre el trato cordial de la hermosa gente uruguaya.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cabo Polonio y sus alrededores.
Luego de la visita a este esplendido lugar, es posible visitar algunas de otras tantas bellas playas de la costa de Uruguay. Mencionare aquí La Paloma muy cerca de Cabo Polonio y Piriapolis a 95 kilómetros de Montevideo. Aquí, en Piriapolis, es posible visitar el hall y algunas otras salas del Hotel Argentino, de gran riqueza arquitectónica y que sobresale sobre el paseo costanero de la ciudad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las playas tanto en La Paloma como en Piriapolis son extensas y de una arena fina y clara. Las ciudades son tranquilas y poseen la infraestructura necesaria para pasar unas muy buenas vacaciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Uruguay, tierra de gente amable y cordial con el visitante. Una visita muy recomendable.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Fuentes consultadas obtenidas mediante la información facilitada en los propios monumentos, museos y sitios visitados, oficinas de información turística, uba-fau.