Isla de Mainau, La Isla de las Flores. Belleza Natural y Patrimonio Cultural reunidos en una pequeña isla en el lago de Constanza. Alemania

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Esta bella y pequeña isla es un excelente paseo para realizar en cualquier época del año. Se encuentra a escasos 7 km desde Constanza y ubicada en una privilegiada área sobre el lago de Constanza, Überlingen. Recomendable para toda la familia.

Antes de cruzar, por supuesto a pie, el puente que une Constanza con la Isla de Mainau, se encuentra un enorme parque de Estacionamiento para aquellos que han llegado al lugar en Auto. Desde allí se inicia el paseo. Cruzando el puente hasta la entrada, donde se encuentra las oficinas de información y venta de entradas, que suelen tener precios razonables para todos los visitantes. También es posible el arribo en barco y acceder por una entrada ubicada justamente en el lado opuesto a la entrada del puente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El hermoso parque que ocupa la isla, no solo cuenta con fantásticos jardines, sino también podremos disfrutar de una pequeña granja con algunos animales y aves, un espacio de viñedos, la torre Schwedenturm, el conjunto que conforman el Castillo Barroco con la iglesia, los jardines italianos y el invernadero (Palm Hause), el centro de servicios que conduce al edificio de primeros auxilios, el espléndido mariposario, además de otras torres y fuentes que encontraremos a lo largo del recorrido. Vecino al restaurante de la entrada, una especial y divertida área de juegos y atracciones para niños.

Es recomendable llevar consigo un plano que puede obtenerse en la entrada e ir siguiendo los distintos senderos que ofrece la isla, ya que existe la posibilidad de realizar diversos recorridos apreciando y disfrutando de este hermoso parque, sus jardines, sus fuentes, su castillo y su patrimonio cultural, sin querer perdernos nada.

 

Historia

La Isla de Mainau tiene una interesante historia que podrá conocerse mediante la información que puede adquirirse en la misma isla. Aquí una breve reseña.

La isla perteneció a una provincia romana en el siglo VaC. Mucho más tarde, en el siglo VI se fundó allí un monasterio benedictino. En el siglo XIII se construiría un castillo y pasaría luego a pertenecer a la Orden Teutónica, luego, 500 años más tarde, a la orden alemana de Mainau. En el siglo XVII durante la guerra de los 30 Años, la isla pasa a manos de los suecos, quienes la consideraron un buen refugio y permanecieron allí durante dos años, por eso son visibles algunos hitos que rememoran su presencia en el lugar como la cruz sobre el puente de entrada. Al retirarse, luego de la Paz de Westfalia, habrían arrasado la isla. En el siglo XVIII comenzó a reconstruirse y recomponerse la isla, con la aprobación de la Orden Alsacia – Borgoña dándose inicio a la construcción de una nueva iglesia y el castillo barrocos. La Orden de Mainau se disuelve en el siglo XIX. Se crea el Gran ducado de Baden. Durante un tiempo la isla se vio en diferentes manos, algunos poco interesados en mantenerla y otros más entusiastas. Fue vendida este mismo siglo por parte del duque de Baden al Príncipe de Hungría. Medio siglo más tarde la isla volvería a manos de la familia Langenstein, quienes 9 años más tarde la venderían al Gran Duque de Baden quien comienza un gran embellecimiento y recuperación de la misma, incorporando invernaderos y fundando un puente de conexión con la parte continental, por lo que se considera hoy en día fundador de la Isla. En el siglo XX la isla fue legada a la hermana del Gran duque, quien era reina de Suecia, de modo que la isla paso a manos de la familia real sueca. Más tarde fue Lennart Bernadotte quien comenzó trabajos para a embellecer la isla. También sufrió la isla los avatares de la segunda guerra mundial, utilizándose sus instalaciones en algunos periodos como refugio o lugar de recuperación y hospital. Luego de la guerra la isla se recupera para ser abierta a los visitantes

 

En todas las estaciones del año encontraremos mucho para ver en Mainau. Tanto el entorno natural, los Jardines, el Mariposario y el Invernadero, el patrimonio cultural como así también las bellas vistas hacia el lago que harán del paseo un verdadero disfrute.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es en especial en primavera y verano donde se podrán apreciar en su plenitud los hermosos jardines, que, dada esa época del año, se encontrarán embellecidos con las más hermosas y coloridas flores que, de acuerdo a cada mes, irán poblando cada rincón del parque. Nuestra visita fue en abril, época de tulipanes y narcisos que podrán apreciar en la mayoría de las imágenes, junto con una diversidad de otras flores de esta época.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

También los niños disfrutaran el paseo. Cerca de la zona de acceso y luego de cruzar el puente peatonal, se abre una gran área dedicad a los niños, con novedosos juegos y entretenimientos, algunos sobre un pequeño lago artificial como así también, una interesante maqueta donde pueden verse circular trenes en escala, entre montanas, valles y puentes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Existen por supuesto, áreas de restaurantes en varios puntos de la isla donde pueden saborearse platos y tortas típicas y detenerse a reponer energías para proseguir con el paseo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el mes de abril, en el invernadero vecino al castillo y la iglesia barrocos, hemos tenido la fortuna de apreciar hermosas y variadas orquídeas. Los ojos parecen no alcanzar para admirar tamaña belleza. Entre plantas y árboles de climas tropicales y subtropicales, las orquídeas son las reinas del lugar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Castillo y la iglesia son también interesantes puntos de interés en nuestra visita. Edificios barrocos en un impecable estado de conservación y que cuentan parte de la historia de la isla. Los jardines que los circundan resaltan con su colorido el esplendor de estos magnificos edificios que conforman parte del patrimonio cutural edificado de Maisnau.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Uno de los lugares imperdibles en la Isla de Mainau es el Mariposario. Variedad de mariposas de gran colorido y diferentes tamaños se descubren entre la vegetación en un ambiente especial generado para que las protagonistas de este sitio se sientan como en casa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mainau, una pequeña isla que se disfruta de principio a fin. Un paseo ideal para realizar en un día apreciando su belleza a la vez que realizamos una placentera caminata. Es un recreo para los sentidos donde el colorido de las flores y la frondosa vegetación junto con la riqueza del barroco en sus edificios y jardines, alimentan el espíritu.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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