Museo Mercedes Benz, Stuttgart, Alemanha
Pasear por Stuttgart nos conducirá seguramente a visitar en algún momento alguno de los museos de automóviles en la periferia de la ciudad. Uno de ellos, probablemente el más visitado, es el Museo Mercedes Benz.
Amantes o no de los autos, creo que cualquier persona que decida visitar el museo Mercedes, no se arrepentirá y quedara más que satisfecha con el recorrido y el modo de contar la historia del automóvil que el museo propone.
Además de la exposición propiamente dicha, es remarcable en sí mismo el edificio que la alberga. El diseño fue realizado por un estudio Holandés, UN Studio. El proyecto propone un recorrido de museo iniciando la visita desde el nivel superior. Se accede allí mediante modernos ascensores que son los protagonistas del hall principal. Dos capsulas plateadas que realizan su corto recorrido en pocos segundos, permitiéndonos vislumbrar desde una pequeña ventana en sus frentes, los distintos niveles. El museo fue inaugurado en 2007.
Una vez que se llega al punto más alto se inicia la visita acompañados de un dispositivo de audio que gentilmente nos entregan en la entrada y en nuestro propio idioma. El mismo puede ser activado en cada punto del museo que nos interese escuchar. También suele activarse solo y de manera repentina mientras realizamos el recorrido, describiendo parte de lo que sucedía en el mundo en ese momento.
La primera gran sala esta dedicada a contar la Historia del nacimiento de los primeros vehiculos, alli se exponen los primeros automoviles, descriptos y ordenados de acuerdo al año de su invencion. Tambien podremos apreciar la primer motocicleta.
Un amplio pasillo rampado flanqueado por los primeros vehiculos, medios de transporte y transporte de mercancias, nos condude a la siguiente sala.
El recorrido se realiza descendiendo de nivel en nivel a través de suaves rampas que conectan las distintas salas, las cuales no son cerradas sino mas bien integradas unas con otras y con el total espacio del museo. Cada nivel cuenta con dos salas, una a la que llegamos mediante la rampa y otra continua a la primera, de modo que, atención, antes de volver a tomar la rampa para bajar al próximo nivel, deberíamos dirigirnos en dirección opuesta para visitar la segunda sala de ese nivel.
También nos encontramos con audios y pantallas donde es posible ver distintos documentales relacionados con la época a la que se refieren los autos expuestos en los respectivos pisos.
No solo se narra en estos audios la historia del automóvil y su evolución, sino también se describen los principales sucesos ocurridos en el mundo desde la creación del primer automóvil hasta la actualidad.
Destacan la “Sala del transporte” donde están expuestos los primeros autobuses, taxis y medios de transporte automotor. Allí encontramos, como lo llamamos en Argentina, nuestro querido Colectivo, llamado inicialmente auto colectivo, un autobús urbano que comenzo a circular por Buenos Aires alrededor de 1930. El modelo de colectivo que aqui vemos fue donado por su dueño una vez que dejo de utilizarse para ser reemplazado por vehiculos mas modernos. Pintado con los motivos característicos de la Argentina y resguardado en su parte de atrás con una pintura del rostro de Carlos Gardel. Por supuesto allí también están los antecesores del colectivo, como el de doble piso que circulaba en Londres a partir del 1907.
También se exponen autos deportivos de todas las épocas. Sobresale el definido por entendidos como el Auto más bello de la historia, el cual tiene la particularidad que sus puertas abren hacia arriba. Allí he aprendido que tal diseño en realidad se debió a un problema de chasis algo elevado por lo cual de otra manera las puertas no cerrarían, por esa razón y con gran acierto, los diseñadores encontraron este artilugio para hacer abrir las puertas. Es realmente bello.
Las salas están perfectamente agrupadas por temas. Así nos encontramos con la sala que expone los Vehículos de transportes de mercaderías, las primeras furgonetas, camiones, vehículos de transporte de leche y hasta un camión de correo que se utilizaba como correo móvil en zonas donde no había oficinas postales o donde surgía una emergencia, en su interior tenia montada una oficina tal cual las del correo solo que sobre ruedas. Nos encontramos también con un “Papa Móvil” y a su lado un vehículo que Mercedes Benz había regalado a la Princesa Diana de Gales y que ella decidió finalmente devolver ya que la realeza británica solo debía movilizarse en vehículos de industria nacional.
Lo último que se visita es la “Pista de carrera”, un espacio diseñado a modo de circuito donde están expuestos desde los primero autos de fórmula Uno hasta los de hoy así como también otros vehículos, incluidos camiones que alguna vez han participado en competencias automovilísticas.
Frente a la pista están los trofeos y vestimentas que utilizaban los corredores.
Si tienen ganas de esperar, miden más de 1, 50 metros y valor para enfrentarse a la velocidad, pueden aquí probar la aventura de una carrera en un simulador instalado a un costado frente a los autos expuestos.
Es muy notable y merece un párrafo aparte, comentar acerca del reconocimiento que Mercedes Benz tiene para el quíntuple campeón de fórmula uno, el argentino Juan Manuel Fangio, quien en 1954 e em 1955 gana los campeonatos mundiales corriendo para Mercedes Benz. Desde una escultura suya en la rampa de acceso, de pie junto a su Auto y que es además la única escultura de un corredor en todo el museo, hasta audios, afiches, trofeos, indumentaria. Particularmente, esto me lleno de emoción y de orgullo.
Por supuesto podemos llevarnos un souvenir del museo. Encontraremos en la planta baja y antecediendo el área de restaurantes y cafés, la tienda, infaltable en todo museo. Allí encontramos una gran variedad de libros relacionados con el tema automotriz, miniaturas en distintas escalas de una gran variedad de vehículos Mercedes Benz e innumerables objetos, recuerdo del museo.
También en la planta baja se encuentra un espacio que en muchas oportunidades ofrece actividades recreativas para los más pequeños.
El Museo Mercedes Benz es un espacio que se disfruta a pleno, tanto la exposición como el edificio mismo.
Es muy fácil llegar hasta allí desde el centro de Stuttgart. La estación de tren nos deja a unos 300 metros de la entrada. Los tiquets son muy accesibles, 11 euros para adultos 6 para niños.
Realmente una visita muy recomendable para toda la familia.
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